Es así de sencillo. Marcas un ritmo, lo ejecutas despacito, muy despacito hasta hacerlo tuyo. Lo aceleras un poco, no mucho, sabiendo que sigue siendo tuyo y así subes, subes y subes hasta que lo pierdes en una alocada experiencia mística en la que tu alma brinca en tu interior y en tu exterior.
Pero ritmos hay muchos y lo complicado de todo esto es llegar a encontrar el ritmo que te lleva de la mano. Trata de escucharlo.
Pero ritmos hay muchos y lo complicado de todo esto es llegar a encontrar el ritmo que te lleva de la mano. Trata de escucharlo.
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Tengo curiosidad por saber qué es lo que piensas sobre ésto...