En medio de la noche, del fuego, de todos aquellos gritos y estallidos estábamos tú y yo. Delante el uno del otro, mirándonos a los ojos, tan cerca que podía sentir el aliento de tu agitada respiración; como si a través de nuestros ojos pudieran fundirse nuestras almas y ascender al lugar en el que convivirían como una sola, para siempre, lejos de aquel caos que nos rodeaba.
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Tengo curiosidad por saber qué es lo que piensas sobre ésto...