cierra los ojos. levanta la barbilla. estira el cuello.... escucha.
piensa en el instante más largo, en la línea que te recorre y en el orgasmo que te mantiene.
deja rodar una lágrima, dos, tres... para.
asusta este vacío y esta oscuridad.
la simplicidad de la palabra también.
abre los ojos y nota el cambio que has producido en ti. fuera de ti no has cambiado nada.
avergüénzate.
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Tengo curiosidad por saber qué es lo que piensas sobre ésto...