Es tan complicado dejar marchar a alguien por quien estás apasionado, que a veces nos parece que esa persona se lleva una parte de lo que somos y nos quedamos vacíos.
Suele ser así. Impregnado en el otro se van las emociones que se crearon cuando fuimos uno, porque lo fuimos y es muy importante no olvidarlo porque es parte de lo que somos ahora.
Sólo hay una cosa que queda cuando dolorosamente decidimos dejarlo marchar: el resto de nuestra vida por delante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tengo curiosidad por saber qué es lo que piensas sobre ésto...